¿Qué es la aromaterapia?

Aromaterapia

Se trata, sin lugar a dudas, de una de las ramás más conocidas de la medicina complementaria. Se basa en el uso de aceites vegetales concentrados, llamados aceites esenciales. La diferencia con la herboria radica en el uso externo de los principios activos, los aceites, aplicados por medio de la inhalación o, simplemente, por vía tópica.

 

 

¿ De dónde viene?

Etimológicamente, la palabra “aromaterapia” proviene del griego aroma (“aroma”) y therapeia (“curación”). Ya desde tiempos antiguos es conocido el uso de esta técnica para muy diversos fines terapéuticos: desde Egipto y los famosos baños de Cleopatra, pasando por el ritual de embalsamar a sus faraones, así como en China, India, Grecia y Roma. A lo largo de toda la historia se han utilizado las esencias de las plantas en forma de ungüentos, aceites e infusiones para baños corporales.

Fue en 1920 René-Maurice Gattefossé, químico de origen francés, quien redescubrió y revitalizó la aromaterapia, debido a una quemadura accidental en su laboratorio. Tras aplicar aceite esencial de lavanda en la herida, comprobó los efectos beneficiosos que le provocaba, impulsando de nuevo su uso con fines curativos.

 

¿Cómo se obtienen los aceites esenciales?

Los aceites se extraen de las hojas, raíces, resina, frutos, pétalos, ramas e incluso corteza de la planta. En algunos casos se utilizan todas las partes de la planta que crecen por encima del suelo. Hay diversos métodos para obtener los aceites esenciales. El más extendido y común es la obtención mediante destilación por vapor.

La destilación por vapor consiste en colocar los componentes vegetales en un recipiente cerrado y hacer pasar vapor a través del mismo. El calor y la presión liberan las gotas de aceite esencial y salen mezcladas con el vapor a través de un tubo en forma de espiral. Más tarde, al enfriarse el vapor, este pasa a un estado líquido, dando lugar así a lo que conocemos como aceite esencial.