Elaboración de jabón en frío:
La fabricación doméstica de jabón no requiere grandes conocimientos de química ni instalaciones especiales.
Para realizarlo podremos encontrar los utensilios en nuestra cocina (nunca de aluminio) pero debemos reservarlos para este uso, manteniéndolos siempre limpios y esterilizándolos antes de utilizarlos.
– Una cacerola grande (nunca de aluminio) y otra más pequeña, que quepa en el interior de la grande, para preparaciones al baño maría.
– Mortero de mano para triturar.
– Colador metálico y de tela.
– Cuentagotas o una jeringuilla sin aguja, para pequeñas
cantidades de líquido.
– Vaso graduado o probeta, para medir cantidades.
– Cuchara grande de madera y lengüeta de silicona (lengua de gato).
– Cuchillo.
– Balanza (para gramos).
– Recipientes variados para las mezclas, como botellas, envases de vidrio o cerámica.
– Moldes de plástico o cartón.
– Termómetro de 100º.
– Guantes para proteger nuestras manos de productos cáusticos.
– Gafas para proteger los ojos de salpicaduras.
Con estos materiales tendríamos lo necesario para hacer jabón en frío de forma artesanal, aunque evidentemente sería necesario ir añadiendo los componentes que deseemos utilizar, en función de la receta que estemos interesados en preparar.
Pasos a tener en cuenta en el proceso de elaboración de jabón:
1.Preparar nuestro área de trabajo, protegiendo, si es necesario, las superficies de trabajo y los materiales (utensilios e ingredientes).
2. Disponer los moldes necesarios para verter la mezcla y, si es posible, recubrirlos con papel encerado resistente, que facilitará su desmoldado.
3. Pesar por separado la sosa (¡con guantes!) y el agua.
4. En un lugar bien ventilado y con mucha precaución, para que no salpique, verter la sosa en el agua en un recipiente de vidrio. Remover hasta que quede completamente disuelta la sosa. Se va a producir una reacción química que se traduce en calor, por lo que esta solución o base puede alcanzar los 90º, emanando vapores tóxicos que hay que evitar inhalar. Esperar a que baje la temperatura próxima entre 40º y 60º.
5. Mientras la sosa se enfría, pesar por separado las grasas, los aceites o las ceras (si tuviera todos o algunos ingredientes).
6. Poner estos ingredientes en un recipiente metálico o de vidrio, a calentar al baño maría despacio, hasta que se derritan(es el caso de las grasas y las ceras) y formen un liquido uniforme. Su temperatura debe oscilar entre los 40º y los 60º, porque si lo superan pueden perder sus propiedades
7. Cuando los aceites, las grasas y la solución de sosa, alcancen una temperatura parecida, entre 27º y 60º (dependiendo de los ingredientes, más baja si son solo aceites y más alta si lleva cera de abeja o manteca de cacao), añadir la solución de sosa, con mucho cuidado, a los aceites o grasas e ir removiendo. Dependiendo de la cantidad de jabón que estemos preparando se puede hacer manualmente para pequeñas cantidades, o utilizar la batidora eléctrica si es mayor cantidad. Es importante hacerlo siempre en un mismo sentido. En un primer momento obtendremos una mezcla bastante liquida, pero a medida que se produzca la reacción de la saponificación adquirirá mayor consistencia. Debemos remover hasta que, si hacemos gotear la mezcla por encima, veamos que deja marcas en la superficie. Este es el punto de “cuajado”, también llamado “traza”, que será una mezcla homogénea de todos los ingredientes. Esto puede llegar a tardar entre 15 y 25 minutos (no debemos dejarlo muy espeso, porque luego tendríamos problemas para ponerlo en los moldes).
8.Este es el momento para hacer los añadidos que queramos: esencias, ralladuras de limón, avena, pulpas de verduras o frutas para dar color, etc., y remover hasta que veamos que está bien mezclado.
9.Verter sin tardanza la mezcla en el molde o en los moldes.
10. Buscar un lugar alejado de corrientes y humedad, para dejar reposar de 24h a 48horas como máximo.
11. Transcurrido ese tiempo, sacar el jabón del molde y cortarlo en la forma en que vaya a ser usado (en pastillas, por ejemplo).
12. Buscar un lugar apropiado para dejarlo madurar durante 4 semanas mínimo, para que la sosa se haya eliminado por completo. Es mejor colocarlo en una sola altura y con un papel por debajo (sin tintas), para darle la vuelta de vez en cuando y conseguir que se vaya secando por igual.
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